lunes, 13 de mayo de 2013

La Bioética

Novedad, Terminología y conceptual


El termino bioética es de acuñacion reciente. Nacido en ambiente anglosajón, ha encontrado favorable acogida en las restantes áreas linguisticas. Por tratarse de una novedad terminológica y conceptual, es preciso iniciar la reflexion con un conjunto de aproximaciones al mismo tiempo delimitativas y calificadoras.


La composicion de raíz griega, alude a dos magnitudes de notable significacion: bios(vida) y ethos(ética). Proposito general de la bioética es lograr la adeciada "composicion" entre esas dos realidades de la vida y de la ética y que so sea una composicion que se transforme en una mera yuxtaposicion, sino una interaccion autentica.



Factores en la genesis de la Bioética

La bioética se ha constituido como nueva rama del saber ético. En cuanto tal, proporciona un ambito teórico especial para abandonar problemas éticos antiguos por nuevos relacionados con la vida humana. Además, se concreta en una disciplina que es imnpartida en diversas carreras universitarias (cosa que es muy palpable en muchas instituciones) o que es objeto de cátedras y departamentos dedicados expresamente con esa finalidad.

En la genesis de la bioética han influido, y siguen infuyendo, un conjunto de factores que han dejado, y siguen dejando, su peculiar impronta en la configuracion de esta nueva área de la interdisciplinaridad científica. destacamos a continuacion tres de dichos factores:

a)Los avances científico-tecnicos: el factor decisivo en la rápida configuracion bioética consiste en los también rapidos avances de las ciencias biológicas y médicas. Estos progresos originan serios interrogantes cuando son aplicados al ser humano en la práctica médica. piensese, por ejemplo, en las siguientes posibilidades:

-La ingenieria genética aplicada a la biología humana, con la orientacion no solo de solucionar enfermedades genéticas, sino también aunque sea todavia de modo hipotético, de manipular la especie humana.
-Las nuevas fronteras en el transplante de organos(corazón o incluso cerebro) y en las intervenciones sobre los estados intersexuales y sobre la trasexualidad.

nos encontramos ante una autentica "revolucion biológica". La nueva situacion lanza un decisivo reto a la humanidad. Dicho reto puede ser representado con la pregunta: ¿Todo lo que se puede(tecnicamente hamblando) se debe(eticamente hablando) hacer? Se trata de la eterna pregunta sobre la relacion entre "técnica" y "ética" entre "ciencia" y "conciencia". Entonces es cuando nos damos cuenta de la yuxtaposicion que se puede figurar en la concepcion de el concepto.

b)Los cambios operados en el concepto de la salud y en la práctica médica. Hace algúnos años Laín Entralgo concretaba en cuatro rasgos la situacion actual de la medicina. "La medicina de hoy es actual por la obra conjunta y, a veces, conflictiva de cuatro rsgos o notas principales:

1.Su extrema tecnificación instrumental y una peculiar actitud del médico ante ella

2.La creciente colectivización de la asistencia médica en todos los países del globo.

3. La personalización del enfermo en cuanto tal y, como consecuencia, la resuelta penetracion de la nocion de persona en el cuerpo de la patologpia científica.

4.La prevencion de la enfermedad, la promocion de la salud y el problema de si es técnbicamente posible la mejora de la naturaleza humana."

c)Desconfesionalización y desontologización de la ética. Durante mucho tiempo los problemas morales de la biomédicina han estado orientados y regulados básicamente por dos instancias: la moral religiosa y los códigos deodontologicos. No es justo ni exacto dejar de reconocer a estas dos instancias un papel decisivo en la historia de la ética de la biomédicina. Tampoco es signo de maduréz científica proscribir como espúreas toda referencia religiosa o tosa codificacion deodontológica en relacion con la ética actual de la vida humana. son perspectivas dignas de ser tenidas en cuenta.

No obstante las apreciaciones precedentes, la bioética se ha configurado a partir de la desconfesionalizacion de la ética y liberandose del predominio de la codificacion deontológica. Esto significa, desde el punto de vista positivo, que la bioética:

-Ha de apoyarse en la racionalidad humana, secular y compartida por todas las personas. 
Ha de situase en el terreno filosófico, buscando un paradigma de "racionalidad ética" que se sitúe más allá del ordenamiento jurídico y deontoógico y más acá de las convicciones religiosas.

Ciencias Facticas y Ciencias Formales

Mientras los animales inferiores solo estan en el mundo el hombre trata de entenderlo; y sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible del mundo, el hombre intentea enseñorarse de el para hacerlo mas comfortable. En este proceso, construye un mundo de ideas llamado “ciencia”, que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conjetual del mundo que es cada vez mas amplia, profunda y exacta.

Un mundo le es dado al hombre; su gloria no es soportar o despreciar este mundo, sino enriquecerlo construyendo otros universos. Amasa y remoldea la naturaleza sometiéndola a sus propias necesidades; construye la sociedad y es a su vez construido por ella; trata luego de remoldear este ambiente artificial para adaptarlo a sus propias necesidades animales y espirituales.


Ciencia formal y Ciencia Fáctica

Ciencias formales: las ciencias formales son aquellas que necesitan una base que se pueda reconocer mediante el uso de procesos lógicos o de bases moldeadas sobre leyes que ya están estipuladas y sean verificables, tal que, si en algún momento falla una respuesta o una resolución a un dicho postulado se pueda regresar en el proceso o haces una minuciosa búsqueda para verificar los problemas que están dando como errónea la respuesta y asi poder corregirlos para que esta sea en efecto una respuesta que sustente las necesidades del postulado a resolver. Un ejemplo clarísimo de ciencias formales es el de dos ramas muy importantes de la cuencia como lo son la Matemática y la Fisicaque utilizan en sus procesos leyes ya estipuladas enteriormente y que en muchoas casos ya han sido cambiadas y mejoradas para adecuarlas mas a los problemas actuales o simplemente para perfacionarlas más.





Ciencias Facticas: por otro lado las ciencias facticas no toman leyes ya estipuladas para crear o resolver sus problemas sino que más blos resuelven a base de conocimientos empíricos, es por eso que las ciencias Fácticas también son llamadas a menudo "ciencias empiricas" esta clase de ciencia utiliza estos dichos conocimientos para poder resolver sus problemas planteados, lo cual abre la posibilidad a diferentes resultados que pueden o no satiscafer las necesidades a los postulados de los problemas, se basa en la coordinacion de los conceptos con los conocimientos materiales, por que de un material puede surgir un concepto y al conocer el concepto podemos deducir de que material se habla o al menos saber a que hace referencia.

Por ejemplo, el concepto del numero nació, de l coordinacion de conjuntos de objetos materiales, taes como dedos, por una parte, y guijarros, por la otra; pero no se reduce simplemente a esta operacion manual. ni a los signos usados para representarlo. los numeros no existen fuera de nuestros cerebros y aún allí dentro existen al nivel conceptual y no filosófico por que es de saber que nadie ha visto, jamás, un simple numero 5; podemos verlo representado mediante una cantidad de algo pero no representado mediante lo que es, lo que quiere decir que solamente lo podemos conocer a nivel conceptual y no material, pero mediante este podemos saber  que se hace referencia cuando se menciona una cantidad de "cinco de esto o de lo otro".

Etica y Praxis


Sensibilidad Activa

El problema de la ética subjetivista es su ceguera para captar el carácter activo de la sensibilidad.  Cuando se piensa en sensibilidad se le considera algo pasivo, en otras palabras, una pura receptividad de datos sensibles que producen placer o dolor. Se sitúa esta actividad en la razón, pero entonces se convierte en una actividad separada de las circunstancias sensibles concretas, una actividad puramente racional que encuentra todo su sentido en ella misma. Para la filosofía de la praxis el carácter activo del hombre no reside primariamente en la razón. Si la razón es activa y dinámica, es porque ya es la sensibilidad, es decir, porque el sentir humano ya está en interrelación dinámica con el mundo.

La dialéctica entre Hombre-Mundo tiene dos dimensiones:

En primer lugar el hombre determinado por la naturaleza es también el ser que la crea y la transforma. No existe un hombre en sí mismo, al igual que tampoco existe una naturaleza en sí misma, sino una respectividad constitutiva de hombre y realidad, una interrelación en la cual el hombre y la naturaleza llegan a ser lo que son actualmente. El hombre se hace a sí mismo en el trato práctico con el mundo natural en el cual vive y al cual pertenece.

En segundo lugar este hombre no es un hombre abstracto, sino el género humano, es decir, una especie biológica y unas relaciones sociales que estructuran en diversos modos la actividad de cada hombre individual concreto. Ahora bien la sociedad y el hombre concreto, se hallan en interacción dialéctica, es decir, que el hombre es el producto de la estructuración concreta de la sociedad en la que vive, pero esta sociedad no es nada fuera de los hombres reales de carne y hueso.

El individuo es un producto social, pero la sociedad se construye y se transforma prácticamente por los individuos que pertenecen a ella. Sobre estas estructuras se monta justamente la historia. Es la historia de los distintos modos sociales de organizar la relación humana con la naturaleza. El dinamismo de la historia es justamente la transformación y cambio de estas estructuras. Esta transformación y cambio solamente se realizan a partir de las posibilidades concretas que ofrecen las estructuras precedentes.



Las estructuras tienen sus propias leyes, que no siempre dependen de la voluntad de los hombres. Pero al mismo tiempo estas estructuras ofrecen posibilidades reales a los hombres para aprovecharlas y transformarlas en determinadas direcciones.



Fundamentación del Criterio


Entre las distintas posibilidades concretas, hay que fundamentar de algún modo cuales son las preferidas y en virtud de que criterio. El ser humano como ser razonable, posee opciones, las cuales debe de tenerlas claras y con base en ciertos criterios, según esto, él debe de saber cual decisión le es más conveniente y tomarla.

La característica del hombre en el reino biológico, no es que por naturaleza, deba de hacer esto o lo otro, es decir, que determinada moral sea la moral natural del hombre. Por lo contrario, lo propio de la realidad humana es su indeterminación, la apertura de sus instintos y la posibilidad de organizar autónomamente la naturaleza exterior y de la naturaleza propia. No se puede deducir la moral, a partir de supuestas leyes naturales, pues justamente el hombre es el animal que menos leyes posee, sin embargo, si la naturaleza no es, en el caso del hombre, fuente del criterio que oriente su conducta moral, no sucede lo mismo si consideramos la conducta del hombre desde el punto de vista del carácter dialectico de lo real en su totalidad.

No existe el hombre en abstracto, sino la interrelación constitutiva entre el hombre y la naturaleza, en la cual ambos cobran su realidad y su estructura definitiva. El hombre, en cuanto especie que organiza socialmente su actividad practica, se trata de una estructura unitaria. La actividad social del hombre es, al mismo tiempo, actividad transformadora del la naturaleza.

Si la actividad social es económica, sociopolítica e ideológica, se puede decir que el hombre transforma económicamente. Evidentemente, en una estructura no hay notas económicas separadas de las demás. La economía es inseparable de su organización institucional y del aparato ideológico que la acompaña. En esta estructura se puede hablar de un proceso histórico. Las posibilidades que cada época posee suponen posibilidades que la historia anterior se ha apropiado, y en cada una de las dimensiones de esta estructura se puede hablar de una evolución ascendente de la humanidad.



Liberación de la Enajenación

Tanto el subsistema económico, como el sociopolítico o el ideológico, están  enajenados respecto a la actividad del hombre que la ha creado.

El género humano no es dueño de su actividad económica.

El sociopolítico también está sujeto a enajenación.

El subsistema ideológico no, hace más que legitimar estas enajenaciones, separa la reflexión de los hombres, de su vida real concreta y haciendo pasar por real o inevitable lo que está hecho por la mente humana.


Para Marx toda alienación tiene una base radicalmente (de raíz) económica y social. No es, pues, una pretendida naturaleza humana la base de la alienación, sino la condición real en la que el hombre se encuentra como consecuencia de su actividad productiva en determinadas condiciones históricas. La alienación religiosa no es más que una de las diversas formas de alienación que el hombre padece. La fundamental es la alienación económica, la que aparece ligada al trabajo humano hecho bajo determinadas relaciones de producción: las que se establece entre los que poseen los medios de producción y los que sólo disponen de su fuerza de trabajo.

En definitiva, el hombre no es dueño de su actividad social, sino que esta se independiza del control humano.

Eudemonismo y Subjetivismo


El eudemonismo

El eudemonismo es una corriente ética y un concepto filosófico que justifica todo aquello que una persona realice si el objetivo es alcanzar la felicidad y por tanto si aquello que hace le sirve para lograrlo.


Aristóteles, filosofo, lógico y científico de la Antigua Grecia, fue el primer crítico del idealismo ético de Platón. Para Aristóteles no es lícito buscar el fundamento de la ética, y es que para él, no hay ideas separadas de las cosas. No hay un mundo inteligible distinto del mundo sensible. Para buscar las ideas, se deben de buscar en las formas del mundo natural. Las cosas reales son para Aristóteles la unión de la materia y forma, es decir, que la forma no es otra cosa que la idea encarnada en la materia. Para Platón, su idealismo se encontraba fuera del mundo real. Mientras que para Aristóteles se encuentra en la concretización de la idea.

La fundamentación de la ética debe de partir, no de un bien abstracto proveniente del mundo natural, sino de los bienes. Aristóteles observa, él como todas las cosas, por naturaleza tienden a un fin, es más, decimos que algún objeto es bueno cuando este realiza su fin natural. Para ejemplo una pluma, si con facilidad y suavidad podemos realizar los trazos decimos que es una pluma buena pero si es cortante y rugosa entonces decimos que esa es una pluma mala.

La bondad de cada cosa viene dada a partir de su fin específico. De esa forma, si queremos saber cuál es el bien real y concreto del hombre, tendremos que saber cuál es el fin que los hombres persiguen a lo largo de su vida. Para Aristóteles ese fin no es otra cosa que la “Felicidad”. El verdadero fin del hombre es su felicidad, por ello, para Aristóteles “bondad” y “felicidad” se identifican, es decir, que no son dos cosas distintas, sino que son una sola. Para él, el hombre bueno y honrado es feliz. De esta forma podemos darnos cuenta que la ética de Aristóteles es completamente eudemonista, es decir, que está fundamenta el bien del hombre en su felicidad. Pero para Aristóteles, la felicidad no se identifica con el placer. Si se pusiera el fin de nuestras vidas en el placer, si pensáramos que la felicidad no es más que el mayor gozo posible, seriamos como animales. De otra forma, nos tocaría llamar feliz y honrado al buey que encuentra placer en hartarse de alimento en un campo de guisantes. Para Aristóteles, la búsqueda del placer no hace al hombre feliz, más bien puede hacerle desdichado, tal es el caso del borracho que encuentra placer al beber sin medida, pero luego se encuentra postrado y agonizando en una cama con su hígado destrozado por el vicio.

Fundamentación subjetivista

El subjetivismo es la postura filosófica que toma como factor primario para toda verdad y moralidad a la individualidad psíquica y material del hombre. Las fundamentaciones subjetivas son aquellas que niegan la necesidad de todo conocimiento de la realidad o de la naturaleza del hombre para asentar la moral. Esta afirma que la única fuente de la misma se sitúa en la conciencia subjetiva del hombre. Esta se divide en:

  • Hedonismo
  • Utilitarismo



El hedonismo: Es una doctrina de la filosofía que considera al placer como la finalidad o el objetivo de la vida. Los hedonistas, por lo tanto, viven para disfrutar de los placeres, intentando evitar el dolor. Para el hedonista, el problema de decidir qué es lo bueno y que es lo malo, en términos filosóficos, se resuelve de manera muy simple, “mediante el estudio de las sensaciones y sentimientos que cada cosa produce en mí. Lo bueno es aquellos que me produce sensación de agrado, y lo malo es aquello que me causa desagrado o dolor”.

De este modo, la conciencia subjetiva del hombre es la que se convierte en fuente de criterio último. El placer y el dolor son sensaciones de mi subjetividad, son las dos piedras sobre las cuales se ha de construir el edificio de la ética.


Epicuro (filosofo griego), para él los placeres groseros no traen la felicidad, sino mas bien disgustos y preocupaciones. El verdadero placer es aquel suave, moderado y continuo. Se trata por ello, de una alabanza a los placeres más refinados como los que producen la amistad, el arte, un día agradable en el campo, etc. Para Epicuro, no hay placer mas grande como el que se experimenta al hacer el bien a los demás. La satisfacción, el sentirse bien con uno mismo que el hombre experimenta al hacer un favor o un bien a otra persona, es el más autentico placer que el ser humano puede encontrar en su vida.





Utilitarismo: Es una doctrina filosófica que sitúa a la utilidad como principio de la moral. Es un sistema ético teleológico que determina la concepción moral en base al resultado final. Se puede decir que este es un hedonismo socialmente organizado.



Jeremy Bentham, filosofo ingles del siglo XIX, y fundador del utilitarismo. Para el utilitarismo, el criterio del bien ya no es la mera sensibilidad individual de un sujeto aislado, sino la sensibilidad individual del mayor número de personas. Así, para saber si un acto es bueno o malo, se ha de hacer un menor cálculo matemático, se suman los placeres recibidos por todas las personas que han tenido relación con este acto.

La socialización del placer para Bentham, es una socialización montada sobre una concepción individualista y liberal, la sociedad es la suma de individuos aislados, y por lo tanto el bien es la suma de placeres aislados.

El utilitarismo olvida que la sociedad es una “estructura” y como tal impone unos causes concretos a las tareas practicas de los individuos. No es posible cualquier bien ni cualquier humano, el hombre es un ser dotado con el razonamiento, y esto determina que su perfección y su felicidad consisten en el uso de la misma.




Immanuel Kant, pensador Alemán del siglo XVIII. Para él la fundamentación ética a de anclarse en algún principio subjetivo. Para Kant, “la búsqueda del placer es algo individual”. Esto nos muestra a un hombre egoísta, quien actúa siguiendo los criterios que le impone su sensibilidad. Es más, para Kant la sensibilidad es causa de placer, pero también de esclavitud. Un hombre que actúa por placer es un hombre que no decide por sí mismo, no define que es lo bueno y que es lo malo, sino que simplemente es sometido a sus propios instintos.

La sensibilidad, equivale para Kant, a esclavitud, mientras que el uso de la razón significa la libertad para el hombre. La moral es un hecho de razón, es decir, es algo que se presenta al ser racional como una obligación ineludible, que trata de imponer y de triunfar sobre las inclinaciones egoístas al placer que me presenta.

En cambio la razón no me da un objetivo o contenido a seguir, sino solamente criterios. Y los criterios racionales, son para Kant criterios universales, es decir, que son validos para todos, tal como lo es el mandamiento de “no mataras”, el cual es válido para todos. Para Kant se trata de un imperativo categórico, es decir, de algo que me manda absolutamente.

No se trata de hacer algo con vista a un fin. La conducta  moral, según Kant, es una conducta desinteresada. No actúa con vista a un logro concreto, sino que actúa puramente por el deber. El deber que la razón me impone, es el de actuar por criterios universales, es decir, que para que una acción sea considerada buena, debe ser que el criterio por el cual el “yo” actúo, sea un criterio que puede valer universalmente para todos los hombres, es decir, que no busque el bien propio sino que un bien común.