La Libertad Concreta
Dentro de los fundamentos de la ética encontramos distintos elementos, unos de estos es la libertad. Antes de comenzar a adentrarnos a este tema, tenemos que tener en mente alguna idea de a lo que libertad se refiere, la libertad es un concepto difícil de definir. Principalmente está relacionado a la facultad del ser humano la cual le permite llevar a cabo una acción de acuerdo a su propia voluntad. Lo anterior se refiere a la libertad de forma textual, pero el hombre al ser parte de una sociedad, no es simplemente “hacer lo que me da la gana” ya que esto se encuentra influenciado grandemente múltiples condicionamientos externos, tales como la publicidad y la forma de pensar de los demás. La libertad pura es considerada como una especie de privilegio individual e intrínseco, es decir, ajena a los demás, es considerado como “libre albedrio”.
La libertad no pura indeterminación, puesto que el hombre es un ser histórico y debido a ello es temporalmente constituido, es decir, que este esta regido según la libertad que le proporcionan sus gobernantes a través de la leyes que estos establezcan, debido a ello, la libertad cambia con el tiempo y es una libertad concreta y situada. Un ejemplo de esto sería el cómo un hombre de la edad media no poseía los mismos privilegios de libertad que uno de esta época. El hombre es un ser con una constitución natural, el cual es condicionados por muchos aspectos de el ambiente o entorno que lo rodea, también es un ser social, el cual está formado por la sociedad en la cual convive con otras personas, y también es formado por el tiempo en que le ha tocado vivir, es decir, la época en la cual se ha desarrollado su vida. Debido a esto, el problema de la libertad se da según el marco de la interacción entre el hombre y el mundo que lo rodea.
La libertad es la autodeterminación del hombre a partir de una circunstancia determinada, es decir, está en la elección de cada persona el hacer o no una cierta acción, claro que esta conlleva sus consecuencias. Por esto, los problemas morales no son electivos, sino que de discernimiento sobre las posibilidades de cada acción que se realizara en un momento determinado.
Fundamentaciones Metafísicas
La metafísica, es una de las partes fundamentales de la filosofía, el objeto de estudio de la metafísica es la realidad del hombre y los fundamentos esenciales de su existencia, es decir y en otras palabras, la metafísica enfoca su atención hacia todo aquello que trasciende lo meramente físico. El principio que prevaleció en esta es el luchar contra el escepticismo.
Se le conoce como fundamentaciones metafísicas de la ética a todas aquellas que intentan entender los principios y normas morales a partir del conocimiento filosófico de la realidad. A partir de una determinada idea de cómo es la realidad del mundo y de cómo es la realidad del hombre, se deduce la conducta moral que el hombre ha de presentar en su vida. La primera fundamentación que poseemos es la pre filosófica, cuya argumentación principal es la tradición, la cual viene desde cierto tiempo atrás y se mantiene debido a que dichas tradiciones dan un cierto resultado, tal es el caso de enfermedades como “el mal de ojo”, el cual no se cura utilizando remedios médicos, sino que con diversos rituales del tipo supersticiosos los cuales luego de realizarlos la enfermedad o “maldición” desaparece por completo dejando a la persona de forma estable nuevamente.

Intelectualismo Moral
El intelectualismo moral de Platón consiste en que la realidad en dos reinos distintos e incluso opuestos:
- Mundo inteligible o de las ideas
- Mundo sensible
El mundo sensible es lo cotidiano imperfecto, mientras que el mundo inteligible es el mundo de las ideas, es decir, el mundo perfecto. Para Platón es claro que la prioridad le corresponde al mundo inteligible ya que es inmóvil y eterno, mientras que el mundo sensible es variado y caduco. Según Platón las cosas sensibles son simplemente sombras del mundo inteligible, en otras palabras, el mundo sensible esta hecho según las ideas del mundo inteligible, las ideas han sido el modelo del mundo sensible. Según esta distinción entre ambos mundos, Platón se guio para su fundamentación de la ética.
El bien es la idea superior del mundo inteligible, a la cual están sometidas las demás ideas. La idea del bien atrae al hombre y en especial a los sabios. Para Platón el verdadero destino y la verdadera felicidad está en la contemplación de las ideas. “La virtud del hombre es la virtud del sabio”, al hacer a un lado las tareas del mundo sensible puede dedicarse completamente a la contemplación y con ello a la ascensión lenta y difícil hacia las ideas eternas. Cuando el hombre deja atrás al mundo sensible, comienza su verdadera vida ya que se libera de las ataduras del mundo sensible.
Todas las personas tienden al bien pero principalmente los sabios, quienes son aquellas personas con mayor tiempo de vida y por ende con mayor experiencia. Pata Platón, no es posible que un hombre sea sabio y que no busque el bien. La verdadera sabiduría es el concomimiento de la idea, es decir, el conocer la idea de bien y ser bueno al final viene siendo lo mismo.